Con el precio de la energía tan elevado, necesitamos reducir su consumo para poder ahorrar y el único modo de
hacerlo sin perder confort es apostar por medidas de eficiencia
energética. Utilizar los recursos de forma eficiente ayuda a proteger el
medioambiente y también nuestro bolsillo.
Como complemento a estas medidas, conviene que revisemos el contrato que
tenemos con nuestra compañía eléctrica y lo comparemos con el resto de
opciones del mercado, para evaluar si contamos con la oferta que más se
ajusta a nuestro consumo y necesidades.
Medidas de ahorro energético que se pueden realizar en el hogar con una inversión baja o nula:
1. Aislar bien la vivienda. Reparar y
sellar huecos y grietas en los cajetines de las persianas, juntas, etc.
Buena parte del esfuerzo energético para adecuar la casa a una
temperatura confortable se pierde por un mal cerramiento de puertas y
ventanas. La colocación de unos simples burletes en las juntas puede
conseguir que se ahorren hasta 200 euros al año.
2. Instalar termostatos y temporizadores en los aparatos de calefacción.
Programar la calefacción o el aire acondicionado para que se ponga en
marcha un poco antes de que los habitantes lleguen a la vivienda y
mantener la temperatura estable gracias a un termostato puede llevar a
un ahorro de alrededor de un 10-12% del gasto en calefacción,
aproximadamente unos 60 euros al año.
3. Sustituir bombillas incandescentes por otras de bajo consumo o por lámparas LED.
Con esta medida, el ahorro energético puede significar un ahorro de
hasta 200 euros anuales3, aunque suponga un desembolso inicial el cambio
de bombillas. Además, este tipo de lámparas tiene una duración mucho
mayor que las tradicionales.
4. No tapar las fuentes de calor con cortinas, muebles o elementos que impidan emitir el calor.
Por el contrario, sí es recomendable usar cortinas y persianas para
tapar posibles lugares de pérdida de calor, sobre todo por la noche. Una
temperatura de 21º es suficiente para mantener un ambiente confortable,
cada grado adicional incrementa un 7% el consumo, es decir, casi 30
euros anuales.
5. Ajustar la temperatura del refrigerador y usarlo eficientemente. Es
importante no comprar un frigorífico más grande de lo necesario,
colocarlo en un lugar fresco y regular su temperatura interior entre 3º y
7º (la del congelador entre -20º y -18º). Hay que mantener la parte
trasera ventilada y sin polvo, además de eliminar la escarcha, ya que
bastan 2 milímetros para aumentar un 10% el consumo de energía. Esto
permitiría ahorrar unos 17 euros anuales.
6. Hacer un uso eficiente de los electrodomésticos.
Se recomienda poner la lavadora o el lavavajillas cuando esté la carga
completa y no dejar los electrodomésticos en modo de espera o standby si
no se hace uso de ellos: es mejor apagarlos o desenchufarlos. El modo
de espera aumenta el consumo de los electrodomésticos hasta un 7%, lo
que equivale a unos 30 euros al año.
7. Reducir la temperatura al hacer la colada.
Rara vez hace falta agua muy caliente: lavando la ropa a 40º en vez de a
60º se puede ahorrar hasta un 55% de energía. Igualmente, una correcta
elección del programa de lavado proporcionará ahorro de energía, de agua
y una mayor duración de las prendas. Esta medida supondrá, en total, un
ahorro de 40 euros a final de año.
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